Los alumnos de primero y segundo de Primaria estamos estudiando la Prehistoria. Para acercarnos un poco mejor a esa época, visitamos hace unos días la cueva de Mendukilo en Astiz. Hicimos el viaje en autobús, acompañados de nuestras profesoras y de algunos padres y madres. Para acceder a la cueva, recorrimos un sendero con diferentes especies de árboles y, antes de entrar, Miren, nuestra guía, nos explicó qué es lo que íbamos a ver dentro de la cueva. Algunos teníamos un poco de miedo, pero enseguida nos relajamos y nos preparamos para la visita que nos habían preparado.
La entrada era un espacio enorme en la que, en otro tiempo, los pastores se resguardaban del mal tiempo, pero que nunca se atrevieron a explorar. Nosotros, acompañados de Miren recorrimos las galerías y descubrimos todas las formaciones que el agua, con el paso de los años, ha ido esculpiendo en la roca: estalactitas, estalagmitas, columnas, ‘orejas de elefante’, ‘macarrones’ y hasta castillos, dragones y las figuras de los Reyes Magos. Nos quedamos asombrados del trabajo que hace el agua y de toda la historia que acoge esta cueva tan impresionante.
Cuando salimos, Miren nos contó cosas muy interesantes sobre las diferentes etapas de la Prehistoria: el Paleolítico, el Neolítico y la Edad de los Metales. Aprendimos los avances que se produjeron en cada época, cómo vivían aquellos hombres y mujeres, qué utensilios utilizaban, qué comían, cómo vestían y cómo se movían de un lugar a otro, buscando siempre el mejor asentamiento. ¡Qué vida tan difícil debían de tener si la comparamos con la nuestra!
Durante la mañana también tuvimos tiempo para jugar al aire libre, pescar y cazar como auténticos cavernícolas y hasta pudimos pintar nuestra cueva con mensajes ‘rupestres’ y fabricar nuestro amuleto de la suerte. Además de pasarlo de maravilla, aprendimos un montón de cosas de nuestros antepasados más lejanos y, sobre todo, de las cuevas.
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